Nuestro propósito es, que nuestros jóvenes sean responsables de su voto y participen de los comicios en los que tienen el deber y el derecho, impulsando el que conozcan las diferentes etapas de un proceso electoral y la normatividad que las regula, las destrezas correspondientes y que se apeguen a las normas que darán certeza y transparencia al proceso de elección y confiabilidad en los resultados.
Para lograr que la democracia sea una forma de vida es necesario incidir en un proceso de formación tenaz y sistemático de competencias cívicas en la familia, la escuela, la comunidad y los medios de comunicación. Aunque existan importantes analogías entre una elección constitucional y una escolar, ésta última, tiene un propósito deliberadamente educativo.